Debo reconocer que me cogió por sorpresa. Ya me había hecho a la idea de que concurso no iba a haber este año. En teoría, iba a tener más tiempo para estudiar, pero en la práctica quería más tiempo de ocio. Sin embargo, ayer se viralizó la noticia en los medios escritos que sigo (Dinero, Portafolio, Semana, La República, El Espectador, El Tiempo); esta mañana, leí en mi correo la noticia, revisé la página de la Comisión Nacional del Servicio Civil; me llamaron y escribieron varios amigos para corroborar la autenticidad de la información y las buenas nuevas tienen nombre: Proceso de Selección DIAN 1461 de 2020 y Acuerdo N° 0285 del 10 de septiembre de 2020. Es oficial: Este año SI HAY CONCURSO! Ni la crisis del COVID 19 puso freno a la exitosa y arrolladora gestión del doctor José Andrés Romero Tarazona y su equipo, en especial de su Directora de Gestión de Recursos y Administración Económica, la doctora Gabriela Barriga Lesmes. Mis estimados, tiene más reversa un avión.
Desde agosto de 2019 he compartido con ustedes diferentes publicaciones con información relacionada con la entidad y material de estudio de preparación con miras a ganar el concurso, dirigido al público general, sin importar si el lector es funcionario o no. El lema de la CNSC es "Igualdad, Mérito y Oportunidad" para garantizar el ingreso meritocrático al servicio público, buscando que los funcionarios seamos los más profesionales, idóneos y competentes para beneficio de la ciudadanía.
Se ha anunciado con la mayor claridad que este Proceso de Selección DIAN 1461 de 2020 es un concurso ABIERTO, en el que se pueden inscribir y participar todas aquellas personas que consideren reunir los requisitos exigidos para el cargo al que aspiran. El objetivo de la meritocracia es que el ingreso al sector público a carrera administrativa no sea por "rosca", "palanca" o "padrino", sino por reunir las competencias que el perfil del empleo demanda tal y como está definido en el manual de funciones de cada entidad.
Debo revelar que el temor que un funcionario de la DIAN en provisionalidad es que alguien de la calle se gane el puesto que ocupa en un concurso público de méritos. Y para el aspirante de la calle, el temor es que no va a estar compitiendo en igualdad de condiciones con el provisional que lleva muchos años en la entidad y que constantemente está recibiendo capacitación.
A la DIAN, como a cualquier empresa, le interesa que los empleados en los que ha invertido para su formación durante tanto tiempo y que han dedicado tantos años de servicio a la entidad sean los primeros llamados a quedarse con las vacantes disponibles en el concurso público de méritos. Y hemos recibido una extraordinaria formación en el último año gracias a la modernización de la Escuela de Impuestos y Aduanas Nacionales dentro del Plan Institucional de Capacitación que en cierta medida nos otorgan ventajas frente a los aspirantes externos. Pero, el aspirante de afuera tiene un factor a su favor que a los funcionarios nos falta: TIEMPO.
En la fase de convocatoria y reclutamiento, a la DIAN le interesa atraer al mejor talento que ha hecho carrera en otras entidades o en el sector privado. La entidad se saborea por tener dentro de su planta de personal a los mejores egresados de las universidades, a profesionales con las mejores calificaciones, los más preparados, con amplia experiencia, pero sobre todo, a los mejores seres humanos, con principios, con ética y con valores; por eso las pruebas de competencias comportamentales y de integridad tienen más peso que las competencias básicas y funcionales.
Es sabido que a toda Miss Universo se le acaba el reinado, que a todos la vida nos dá "un cuartico de hora" y los provisionales sabemos que si no ganamos el concurso, llegará el día en que tengamos que elaborar un acta de entrega del puesto para aquel que sí. El nombre del juego es ganar y el ganador se lo lleva todo. Señores, hagan sus apuestas, apueste a usted y a su futuro... Y que gane el mejor.
El título de esta entrada hace referencia al alto grado de incertidumbre de lo que el día de mañana nos pueda deparar. Los roles laborales y sociales que hoy desempeñamos, pueden cambiar y obligarnos a cambiar. Pero no somos marionetas movidas por el viento. Somos marineros expertos en dominar las tormentas. Porque cada uno es "el dueño de su destino y el capitán de su alma".
Cordial saludo, quiero que me prepares para ganar el concurso
ResponderEliminarBuenas tardes. Muchas gracias por su voto de confianza. Sinceramente soy un eterno aprendiz y no creo contar con los atributos para ofrecer capacitación para el concurso. Pero cuente con que voy a seguir compartiendo con ustedes mi propio proceso de preparación.
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