Las etapas de desarrollo de un Concurso Público de Méritos son: Convocatoria, Reclutamiento, Aplicación y Evaluación de Pruebas de Selección, Conformación de Listas de Elegibles y Vinculación a la Carrera en Período de Prueba. (Para ver el capítulo V del decreto 71 del 24 de enero de 2020 que regula el Sistema Específico de Carrera de la DIAN, haga clic AQUÍ)
En la etapa de Aplicación y Evaluación de Pruebas de Selección, además de la Verificación de Antecedentes de requisitos de formación académica y de experiencia profesional y relacionada exigidas, los aspirantes debemos superar una fase eliminatoria y otra clasificatoria. Para ver los Aspectos Generales de los Concursos Públicos de Méritos, haga clic AQUÍ).
En cuanto a las pruebas eliminatorias de los próximos concursos de la DIAN, el párrafo uno del artículo 29 del decreto 71 del 2020, dice: "Fase I: La Fase I corresponde a la aplicación de competencias básicas para la DIAN y puede comprender pruebas de integridad, polígrafo y de competencias comportamentales, según el perfil y el nivel del cargo al que se aspira. Esta fase es de caracter eliminatorio y su mínimo aprobatorio se definirá en la convocatoria".
Ahora bien, aunque no lo menciona y para ello debemos esperar a que salga la Convocatoria que es la "Ley del Concurso", es común a todas las convocatorias de la Comisión Nacional del Servicio Civil la inclusión de Pruebas Funcionales, orientadas al saber hacer en relación al cargo al que se aspire. (Para ver Qué Tipo de Pruebas se aplican en los Concursos Públicos de Méritos dirigidos por la Comisión Nacional del Servicio Civil, haga clic AQUÍ)
La aplicación de las pruebas escritas para medir las competencias básicas, funcionales y comportamentales es llevada a cabo por universidades acreditadas, las cuales suscriben contratos de prestación se servicios con la Comisión Nacional del Servicio Civil para tal fin. A la fecha, las instituciones educativas de educación superior acreditadas son: Fundación Universitaria del Área Andina, Universidad Distrital Francisco José de Caldas, Universidad Manuela Beltrán, Universidad Francisco de Paula Santander, Universidad Libre, Universidad Militar Nueva Granada, Universidad CES, Universidad Sergio Arboleda, Universidad de Cartagena, Escuela Superior de Administración Pública ESAP, Universidad Nacional de Colombia, Universidad de Medellín y Universidad de Pamplona.
Estas mismas universidades son las que se encargan de la verificación de las pruebas documentales que aportamos los aspirantes, para demostrar el cumplimiento de los requisitos exigidos. Después del agotamiento de esta etapa, en la página de la CNSC las universidades publican las guías o instructivos para prepararse para la presentación de las pruebas escritas, en una sola jornada, para la evaluación de competencias básicas, funcionales, aptitudinales y comportamentales. En su momento, la próxima convocatoria 2020 DIAN-CNSC-Universidad Acreditada hará lo propio. Sin embargo, si siente curiosidad y desea anticiparse y prepararse desde ahora, le recomiendo la lectura, análisis y aplicación de las guías de 5 convocatorias que se publican como ejemplo.
Según el artículo 31 de la Ley 909 de 2004, la aplicación de pruebas “evalúan la capacidad, idoneidad y adecuación de los aspirantes a los diferentes empleos que se convoquen, con el propósito de establecer una clasificación de los candidatos respecto a las calidades requeridas para desempeñar con efectividad las funciones de un empleo o cuadro funcional de empleos.”
Para identificar aquellos candidatos cuyo perfil de aptitudes y competencias se aproxima en mayor grado al perfil esperado, la convocatoria establece la aplicación de, entre otras, las siguientes Pruebas:
a) Prueba de Competencias Básicas: El objeto de las pruebas de Competencias Básicas es la evaluación de los niveles de dominio que tiene el aspirante, en relación con los saberes básicos que se esperan de un servidor público, al servicio del Estado.
b) Prueba de Competencias Funcionales: El objeto de las pruebas de Competencias Funcionales es la evaluación de la capacidad del candidato para ejercer un empleo público, desde lo descrito en el contenido funcional del mismo, especificado en el manual de funciones de cada entidad. Esta prueba evalúa tanto el conocimiento (saber) específico de los aspirantes, como su capacidad de aplicación de dichos conocimientos (saber hacer), en los objetivos del nivel jerárquico del empleo por el cual está concursando, y según el área de desempeño.
c) Competencias Comportamentales: Está destinada a evaluar el componente del ser y su aplicación en el contexto real de las competencias laborales del aspirante. La prueba evaluará la capacidad que tiene el aspirante para desempeñar con éxito las funciones inherentes al empleo convocado, con base en los requerimientos de calidad y resultados esperados en el sector público. Dicha capacidad está determinada por comportamientos, destrezas, habilidades, valores, actitudes que debe poseer y demostrar el empleado al servicio de la Administración Pública.
Además de evaluar conocimientos específicos o la habilidad memorística de los concursantes, se busca evaluar el dominio de ese conocimiento dentro del contexto del quehacer laboral de los funcionarios. Algunas de las habilidades necesarias para el uso del conocimiento son clasificadas por los expertos como habilidades cognitivas y disposiciones, las cuales se consideran fundamentales.
Si bien es cierto que una gran parte del conocimiento será obsoleto en unos años, las habilidades de pensamiento, una vez se adquieren, permanecerán durante toda la vida y serán esenciales para la adquisición y desarrollo de nuevos conocimientos.
Sin embargo, es necesario evaluar también las habilidades de razonamiento básicas, que unidas a las habilidades cognitivas, permiten desarrollar una prueba que evalúe todo el espectro y permita discriminar entre los candidatos que tienen las habilidades más básicas. Por esta razón, se adoptó la taxonomía definida por Benjamín Bloom en 1956 de seis niveles de razonamiento como esquema general para la construcción de preguntas.
De las seis categorías de habilidades cognitivas: Recuerdo, Comprensión, Aplicación, Análisis, Síntesis y Evaluación, esenciales y subyacentes a la funcionalidad laboral de cualquier persona a partir de los contextos o entornos específicos de cada uno de los empleos en concurso y su perfil, generalmente se evalúan las cuatro primeras a saber:
1. Conocimiento o Recuerdo: Se define como la capacidad de memorizar información específica y se expresa en tareas de evocación de memorias o reconocimiento de conceptos. Las preguntas se enfocan en “el recuerdo o reconocimiento de: Datos específicos como terminologías o hechos; modos y medios para el tratamiento de datos específicos como convenciones, clasificaciones, metodologías, técnicas o procedimientos y, universales y abstracciones en un campo determinado como principios, generalizaciones, teorías y estructuras.”
2. Comprensión: Se expresa como la capacidad de entender una información dada e interpretar hechos. Herrera (2003) la define operacionalmente como “cualquier conducta que vaya desde la presentación de una proposición con palabras distintas de las del enunciado original, hasta la aplicación de un principio en una situación nueva para el examinado, pasando por la ejemplificación.” La comprensión se relaciona con la habilidad de interpretar existente en la teoría del pensamiento crítico, e incluye las subhabilidades de categorización, decodificación del significado, y aclaración del sentido. Las preguntas versan en el parafraseo de información dada, identificar el objetivo de un texto o la elaboración de categorizaciones.
3. Aplicación: Hace referencia a la capacidad de poder usar el conocimiento adquirido. Se pide que se responda a una situación, que se responda a un problema o que se creen nuevas soluciones aplicando información que posee el aspirante como teorías, principios, técnicas, métodos, etc. Son preguntas que relacionan los conocimientos con cuestiones y problemas que se presentan en el quehacer diario del Juez y Magistrado, los cuales debe resolver haciendo uso de ellas.
4. Análisis: En este nivel se comprende que el aspirante puede reconocer patrones que puede usar para solucionar problemas. Este nivel “Hace referencia a la habilidad para fraccionar una comunicación en sus elementos, de manera que aparezcan explícitas la jerarquía de las ideas y las relaciones existentes entre ellas.” Las preguntas requieren que el aspirante estudie una situación, encuentre evidencias, identifique relaciones, analice eventos, justifique procedimientos y discrimine información que le permitan llegar a conclusiones y responder a las preguntas con argumentos fundamentados. En este nivel se evaluará la habilidad de explicación, que se define como “capacidad de presentar los resultados del razonamiento propio de manera reflexiva y coherente.” (Facione, P., 2007, p.6)
Tanto las Competencias Básicas como las Competencias Funcionales serán mediadas por referentes contextuales, los cuales se sugieren campos temáticos más que como procesos por lo que su función será servir de escenario en el que se desarrollan las actividades de los servidores públicos y a los que, seguramente, se verán enfrentados en el ejercicio de sus funciones. No son pruebas que evalúen el conocimiento específico en dichas áreas.
PRUEBAS DE APTITUDES
Las aptitudes se definen como una condición o conjunto de características que expresan la capacidad de un individuo para adquirir con un entrenamiento adecuado, algún conocimiento, habilidad o serie de reacciones, como la capacidad de aprender un idioma, componer música, etc.
La prueba de Aptitudes tiene como fin medir la capacidad de los aspirantes para aprender o actuar eficazmente en diferentes áreas, entendiendo aptitud como la capacidad para aprender a partir de la enseñanza adecuada y de los estímulos ambientales que le faciliten este proceso.
Ahora se definirán cada una de las aptitudes que se evaluarán en los diversos niveles de los aspirantes convocados:
La aptitud verbal se define como la capacidad intelectual para comprender conceptos a través de las palabras. Aprecia más la capacidad para abstraer, generalizar y pensar de modo constructivo que la simple fluidez verbal o conocimiento de vocabulario.
La aptitud numérica permite apreciar la capacidad para comprender relaciones numéricas, razonar con material cuantitativo y manejar hábilmente este tipo de conceptos. Esta habilidad además de destreza en el cálculo, también implica comprensión de relaciones numéricas.
El razonamiento lógico o abstracto es una operación lógica mediante la cual y partiendo de uno o más juicios, se deriva la validez, la posibilidad de otro juicio distinto.
La rapidez y precisión perceptual se refiere a los procesos de pensamiento sin palabras. Mide la capacidad de resolver imágenes orientadas a problemas; recordar hechos y cifras; solución de problemas cuantitativos en forma de imágenes, montaje de diseños, recordar secuencias de imágenes, identificar las similitudes y diferencias rápidamente y con precisión.
Para ampliar la información anterior, conocer el modelo de preguntas y ejemplos de las mismas, no deje de revisar los siguientes documentos:
Donde encuentro información de esta convocatoria en SIMO?
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